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Cristo: el andar permanente (Parte 1) 1 Juan 2:1-6

Cristo, nuestro abogado

Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado[a] tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Él mismo es la propiciación[b] por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. Y en esto sabemos que hemos llegado a conocerle: si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo he llegado a conocerle, y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en él verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado. En esto sabemos que estamos en Él. El que dice que permanece en Él, debe[c] andar como Él anduvo.